Última prueba del año. Los nervios están más activos que nunca y no es para menos: estamos en el Campeonato del Mundo de Paratriatlón Chicago 2015.
Después del gran resultado obtenido en el Europeo, llegamos a Chicago con muchas esperanzas puestas en hacer un gran papel. El hecho de ser campeones de Europa nos da mayor responsabilidad para estar aquí entre los puestos de arriba, donde “está la pomada”. Por ello decidí también este año no correr el campeonato del Mundo de Acuatlón: había que reservar toda la fuerza posible para el triatlón.
La prueba prometía ser una disputa entre los rivales que ya hemos coincidido durante esta temporada. Pero tras una semana en Chicago conviviendo con todos los compañeros y con unas temperaturas de 20ºC, según llegaba el día de la prueba el tiempo empeoró. Empezaron las tormentas y el mismo día de la carrera, según estaba llegando al checking de material, cayeron 2 rayos impresionantes que hacían pensar en lo peor. Existía la posibilidad de que la prueba de Triatlón se convirtiera en un Duatlón, cosa que ya pasó en el día anterior con los junior, lo que cambiaría por completo las posibilidades de conseguir un resultado importante. Pero afortunadamente esos 2 rayos debieron de ser los últimos coletazos de la tormenta, ya que después de ello, el cielo empezó a despejarse: Haríamos el triatlón!
Empecé la natación muy fuerte, más que nunca. Eran 750 metros en línea recta por el muelle del lago Michigan de Chicago. La recta se me hizo muy dura y los últimos metros perdí mucha técnica. A pesar de ello hago un gran segmento, salgo segundo y encaro la larguísima T1 buscando al primero para saber si estaba muy lejos. Llego y veo que está en medio de su transición, por lo que me tranquilizo e intento hacerla lo más relajado posible.
Salgo a la bici muy cerca del 1º, a escasos 30”, y comenzamos a rodar. Estoy en un momento muy bueno de bici y en seguida empiezo a recortarle. En mitad de la primera vuelta ya estoy primero y ya sólo queda dar todo lo que tengo dentro. Son 5 vueltas donde aprieto como nunca, y al llegar a la última vuelta subo un poco el pie del acelerador porque voy al límite.
Me acerco a la T2 con una ventaja de un minuto, y salgo a correr con cabeza, para ir de menos a más, y sobre todo, con ganas de visualizar al que es el rival a batir, el austriaco que gané en el Europeo. En la segunda vuelta veo que ya está en 2º lugar y que viene hacia mí como un avión. Yo me encuentro bien e intento mantener un ritmo alto, pero no me queda mucho más que dar. A falta de 1,5 km de meta me pasa. Pero será el único que lo hará. Giro la espectacular fuente antes de entrar a meta disfrutando.
¡Soy Sub-campeón del Mundo de Paratriatlón en categoría PT3!
Mucha gente está detrás de esta temporada casi perfecta, muy especialmente los patrocinadores, amigos y familiares, además de todos los que me han apoyado por las RR.SS . Para todos y cada uno de ellos es mi agradecimiento.
¡SOMOS SUBCAMPEONES DEL MUNDO!